El gobierno de los Estados Unidos necesita ayuda para
afrontar las misiones más peligrosas. No tienen suficientes soldados de élite
ni están preparados correctamente. Así que el presidente recurre a una drástica
solución: liberar a un grupo de súper villanos como Lex Luthor o el Joker a
cambio de que les arreglen los problemas que tienen. Pero muchos ciudadanos no
se fían de lo que vayan a hacer estos monstruos del crimen. Y no es para menos.
El currículum de cada uno de ellos es para echarse a temblar. Así pues, con
todo, se forma el Escuadrón Suicida, una unidad de Operaciones Especiales del
Gobierno de EE.UU., formado en parte por supervillanos que conmutaban su pena
en función de su rendimiento en el grupo, junto a personal de mejor reputación
o héroes de segunda con ganas de volver a sentirse útiles.